- Sabía que había engendrado un ser mortal.
Anaxágoras al conocer la noticia de la muerte de su hijo.
La mañana nublada.
La niña
con la cara abotargada
y húmeda.
Esta mañana,
temprano:
niñas lánguidas.
Porque hoy tampoco
son achaque
del mundo.
En otros lugares,
también,
hubo un rato en que fue
por la mañana.
La mañana pasa por unos más que por otros...
ResponderEliminarUn abrazo!
Ya murió esa mañana.
ResponderEliminarUna menos.
Pasado mañana se hace tarde.
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