pulverizan constelaciones
en sus ojos,
como las que aparecen
en las opacas órbitas
de los cadáveres
en el metro y medio que me separa
de la cama,
desnuda,
ha crecido
un holocausto nuclear,
celestina de este encuentro.
un holocausto nuclear,
celestina de este encuentro.
entonces,
si no estamos nadando
y si sólo sabemos ser penumbra:
por qué cuestionas los mares,
y si somos lámpara
a encender.
pero, sobre todo,
por qué nadie pregunta:
si no estamos nadando
y si sólo sabemos ser penumbra:
por qué cuestionas los mares,
y si somos lámpara
a encender.
pero, sobre todo,
por qué nadie pregunta:
quién
está
desnuda.
está
desnuda.
Me pregunto lo mismo, sabes? pocos quieren ver la desnudez tras la piel.
ResponderEliminarLa ceguera no entiende de pieles, aunque debería.
ResponderEliminarFeliz Navidad y gracias por tus palabras y tu visita.
Abrazo