domingo, 12 de junio de 2016

femme

leah edelman-brier


algunas vísperas,
la vecina de al lado llora.
entonces, me siento en el suelo
y apoyo la nuca en su sollozo.

algunas vísperas
nos brotan siete enredaderas,
entre temblores desconchados
y frutos de semillas del sueño.

mana tranquila, que yo te trago con cariño
y no hace falta que nadie conozca
la silueta bifronte
de la nana del consuelo.

2 comentarios:

  1. Eso mismo hacía yo con mi madre, en el silencio de algunas noches, aunque ella nunca lo supo. No encontré el valor para decírselo.

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