jueves, 27 de marzo de 2014

La vaca y la burra


Quería volver a escribir.

No obstante,
se fue al baño a sentarse
en la baldosa helada,
helada y extraña,
como si no estuviera
en su sitio de siempre.

Cogió las pinzas
y tiró. Un pelo pequeño,
grueso y oscuro.
Ella sabía
que quería volver a escribir.

Sin embargo,
en ese momento,
le era más apetecible
la idea de confeccionar,
diminutas y bastas pelucas.
O de memorizar, de nuevo,
la distribución
de las baldosas
y preguntarse sobre
su asincrónico asiento.

Ella,
verdaderamente, creía
que quería volver a escribir.

4 comentarios:

  1. Querer y no saber cómo. Entretenerse en aparentes nimiedades. Pero el futuro siempre llega y tenemos demasiadas llagas acumuladas de no escribir.

    Gran poema.

    ResponderEliminar
  2. A VECES ANTES DE ESCRIBIR DAMOS VUELTAS PERO TODO LLEGA.

    ILDUARA

    ResponderEliminar
  3. Está atrapada en el no tiempo.

    Pobre...

    ResponderEliminar